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Bienvenidos a la Franja Aérea Nº 1. Bienvenidos a  a la Sociedad de la Información. Dónde "las nuevas tecnologías de información no determinan lo que pasa en la sociedad, pero cambian profundamente las reglas del juego". Así, nos advertía el sociólogo Manuel Castells en el año 1995 como Internet es una fuente infinita de oportunidades en la que los usuarios pueden relacionarse con absoluta libertad y compartir todo tipo de información en un proceso que es imposible controlar. Es por ello que el poder tiene miedo de Internet.

Internet ha cambiado las reglas del juego y el Miniver, "que se dedica a las noticias, a los espectáculos, la educación y las bellas artes", que se ve a sí mismo como un monstruo inquebrantable se siente amenazado. La comunicación en Internet es bidireccional, las consignas del Gran Hermano ya no tienen el efecto deseado y los internautas están cometiendo el delito del crimental, o lo que es lo mismo, pensar y opinar con absoluta libertad.

El problema no es que la "farándula de la ceja" pase hambre, tanto la Ley Sinde en España, como la SOPA (Stop Online Piracy Act) en EEUU, responden a un interés que va más allá del puramente económico. De hecho, la censura en Internet va a afectar gravemente a todo un mercado que acababa de nacer, son muchos emprendedores se han volcado en la red para construir nuevos proyectos creativos, en el ámbito de la educación, la cultura y la comunicación y han tenido éxito. Por citar algunos ejemplos, el Noise Off Festival es el primer festival de música online en España, o el CC MAD, festival de cine con licencia Creative Commons que comienza mañana en Madrid. 

No es cierto que Internet vaya a terminar con nuestra cultura, más bien puede ayudar a lanzar a artistas, gestores, creadores y establecer redes de trabajo eficaz y sostenible. Y tampoco es cierto que la cultura libre no apoye a creadores y editores, "una cultura libre no es una cultura sin propiedad, el mismo modo que el libre mercado no es un mercado en el que todo el libre y gratuito" (L. Lessig). El modelo de gestión que quiere imponerse es altamente cuestionable, y más al hilo de los escándalos surgidos en el seno de la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), que es la principal entidad dedicada a la gestión de derechos de autor y de propiedad intelectual en España.

El nuevo reglamento que entrará en vigor en marzo en nuestro país es una cortina de humo para acabar con la neutralidad de la red y mantener bajo el control de un grupo de poder a sus usuarios. De manera que:

1. Cualquier responsable de un servicio de la sociedad de información puede ser acusado. 
2. Será una comisión dependiente del Ministerio de Cultura, denominada Sección Segunda la que decida si se produce una infracción de la propiedad intelectual, no un juez.
3. No importa si el acusado de cometer la infracción actúa con o sin ánimo de lucro.
4. La comisión requerirá la retirada del contenido susceptible a violar la ley de propiedad intelectual en 48 horas. Al retirar el contenido reconocemos haber infringido la ley y podemos ser demandados igualmente. Al no retirarlo entramos en un proceso de alegaciones donde no participa ningún juez. En definitiva, la Sección Segunda siempre lleva la razón.

Aquí tienes un enlace al Boletín Oficial del Estado donde se desarrolla toda la ley.

Mientras he escrito este post no he podido evitar sentirme Winston Smith escribiendo su diario pensando en la que nos viene encima. Copiaré y compartiré mientras pueda (y no sea crimental):

"Para el futuro o para el pasado, para la época en que se pueda pensar libremente, en que los hombres sean distintos unos de otros y no vivan solitarios... Para cuando la verdad exista y lo que se haya hecho no pueda ser desecho:

Desde esta época de uniformidad, de este tiempo de soledad, la Edad del Gran Hermano, la época del doble pensar... ¡muchas felicidades! 

El crimental (el crimen de la mente) no implica la muerte; es la muerte misma." 

(George Orwell, 1984)